Poner la mesa como quien enciende una vela
- mariana camarena
- 22 abr
- 1 Min. de lectura
Hay gestos que cambian el ritmo del día. Encender una vela. Abrir la ventana. Servir el café en una taza bonita. Poner la mesa puede ser uno de ellos.
En un mundo que corre, poner la mesa es un acto de pausa. Extender un mantel con cuidado, alisar las esquinas, elegir una servilleta que complemente el momento, no solo el menú. No se trata de perfección, sino de presencia. De convertir la rutina en ritual.
Este texto es una invitación a recuperar el encanto de esos pequeños momentos. A entender que no hace falta una ocasión especial para usar esa mantelería que te gusta, o para servir el pan en un platito de cerámica.
Yo Margó ( tú dime Maru, creó que poner la mesa es una forma de decir: "este momento también importa".
Como recomendación opciónal: Mantel Sarah + servilleta Teodora para un desayuno con luz natural.




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